Terapias Bioenergéticas

 

 

El Análisis Bioenergético es una técnica terapéutica que combina, de una forma única, los principios del psicoanálisis con el trabajo energético-corporal.

 

¿En qué se basan?

Buscan la comprensión, en profundidad, de nuestros conflictos interiores. En nuestras vivencias afectivo familiares están las bases de nuestro aprendizaje, donde primero sentimos, expresamos, y establecemos nuestras relaciones con el otro. Los sentimientos existentes (amor, tristeza, rabia, ..), los conflictos vividos (deseo, represión, venganza...), las pérdidas sufridas (abandonos, duelos, separaciones,...), o sea, la calidad de las relaciones afectivas vivenciadas en su momento, determinan la persona que somos hoy.
Nuestra historia de vida está grabada en nuestro cuerpo. Hay que liberarlo de viejos miedos y tensiones para que podamos estar más cerca de nuestras emociones, permitiéndonos así un sentir y un actuar libres.

 

¿En qué nos pueden ayudar?

El Análisis Bioenergético actúa sobre nuestro cuerpo y nuestro espíritu, utilizando para ello ejercicios de respiración (relajación / estimulación), energéticos (carga /descarga), musculares (favorecimiento de la expresión).

Actúa siempre dentro de un espacio de seguridad, respetando el ritmo y la historia de cada persona y, fundamentalmente trabaja en un clima de confianza y empatía en la relación terapeuta / paciente.
La terapia consiste en sesiones, en principio semanales, donde los contenidos de nuestras experiencias, más o menos traumáticas, son llevados, por medio de un proceso Psico-corporal, a ser vivenciados y expresados en su verdadero sentimiento, para de este modo ser analizados y, finalmente integrados en una biografía coherente, verdadera y llena de sentido.

 

Origen e historia

Alexander Lowen (médico y Psico-terapéuta) creó el Análisis Bioenergético como extensión del trabajo de su maestro y psico-terapéuta Wilhem Reich (1897-1957, psicoanalista, médico y alumno de Freud) que empezó a introducir el trabajo con el cuerpo en el proceso terapéutico en 1930, siendo así el primer psicoterapeuta corporal.
Actualmente el Análisis Bioenergético sigue evolucionando con las investigaciones de psicoanalistas, psiquiatras, biólogos y médicos, tales como Daniel Stern, John Bowlby, Stanley Keleman y Robert Lewis entre otros.

 

Terapias corporales

La increíble capacidad de autocuración de nuestro cuerpo está recién siendo descubierta por los científicos en su vasta dimensión. Este conocimiento es a veces transmitido a regañadientes al público, pues implica el hecho de que el cuerpo no opera desde un parámetro solamente físico, sino que las emociones y la mente están tan asociados a su funcionamiento que es imposible separarlos.

Esta asociación "mente-cuerpo" es el terreno de exploración de las terapias corporales desde hace años. Existen muchas técnicas que pueden incluirse bajo este rótulo.

 

¿Qué buscan?

Que cada persona se reencuentre con la sabiduría innata del cuerpo; que escuche sus mensajes, que le hablan de conflictos reprimidos y de maravillosas vivencias a la espera de ser conocidas; que lo libere de corazas y tensiones a que lo sometemos para dejarlo expresarse en la gracia natural que todos poseemos cuando lo sentido, lo pensado y lo actuado se unen desde el corazón.

 

¿Cuántas terapias corporales existen?

Decenas, antiguas y modernas. Probablemente, las más tradicionales sean las que trabajan con la energía, un concepto fundamental en este campo. Ésta circula por el cuerpo por canales o meridianos, que están relacionados con distintas funciones físicas, emocionales y mentales. Existen varias formas de actuar sobre estos meridianos: acupuntura, shiatzu, digitopuntura, reflexología, aromaterapia, cristaloterapia, Reiki, flores de Bach, etc.

Las tradiciones orientales llevan el concepto de energía más allá de lo físico implicando la movilización de varios cuerpos sutiles, de diferentes densidades, con siete puntos primarios: los chakras. La conciencia y alineación de estos cuerpos su armonía con lo divino es la base de varias escuelas, como el yoga, la meditación, el tai Chi, el reiki, el healing, etc., para nombrar exponentes de diferentes culturas.

Estas terapias entonces, proponen la concientización de la unidad que realmente somos de cuerpo-mente-espíritu. Y no sólo del paciente, sino también del terapeuta. Este debe trabajar continuamente en su propia alineación, a fin de crear el espacio necesario para que el proceso de sanación ocurra. Se trata de establecer una comunicación fluida de Ser Interior a Ser Interior, en la que ambos se enriquezcan mutuamente. Que no se lleve por reglas fijas de tecnicismos, sino por la escucha intuitiva y abierta de las necesidades profundas del paciente, para poder así abrir canales que le faciliten el acceso a su propia fuente interna de sabiduría y bienestar. Para ello, el terapeuta utiliza algunos de los métodos citados, sin atarse a ellos en forma dogmática, ya que la flexibilidad en la respuesta es su don.

Cada persona es diferente y atraviesa distintas etapas, en las que será necesario a veces abordajes físicos (sean suaves o movilizadores), exteriorizaciones emocionales, reflexión, energía, conexiones espirituales o quizás bailar o dibujar, todo sin olvidar jamás que somos una unidad, manifestada en un cuerpo físico.

Muchas veces se escucha "Quiero cambiar", pero primero es necesario saber hasta que punto estoy dispuesto a poner  de mí parte, para que eso se dé. Aceptar lo que somos y luego amar lo que somos no es fácil pero tampoco imposible. Lo que somos es siempre mejor que la fantasía de lo que queremos ser. YA somos perfectos. YA tenemos lo que deseamos. YA somos suficientes tal cual somos (como dice Richard Moss). La tarea consiste en despejar los velos que lo cubren, a fin de que la Luz emerja de allí donde siempre está, para seguir co-creando con el Universo. Cuerpo-Mente-Espíritu / Materia-Luz-Poder, juntos.